Zailón emprende un viaje para hallar su fe: un Dios verdadero, que le haga sentir la justicia y la misericordia. Sin embargo, en Cantabria encuentra la primera dificultad: al interrumpir un rito, se ve obligado a caminar con un buitre de forma permanente.Esta es la historia del viejo anciano que camina delante de un dantesco buitre. En sus pasos lleva un mensaje divino.